El aumento de los costes de la energía en los últimos años significa que los colegios universitarios y las universidades pueden tener que hacer frente a facturas cuatro veces más elevadas de lo habitual. La Association of Colleges ha hecho esta dura advertencia al firmar 189 líderes universitarios una carta en la que instan al Primer Ministro británico a ayudar a las instituciones en medio de las crecientes presiones y esfuerzos por reducir los costes energéticos.
En todo el sector
Este problema afectará a todas las instituciones del sector educativo. En el caso de la enseñanza superior, algunas instituciones se enfrentarán a un aumento de los costes energéticos del 6%, lo que supondrá cientos de millones de libras al año. Las universidades europeas ya han informado de que podrían tener que cerrar algunos edificios y residencias debido al aumento de los costes.
El sector K-12 también experimentará efectos devastadores, con informes que indican que los costes podrían provocar pérdidas de personal y cierres de escuelas. Para sobrevivir y reducir los efectos devastadores del aumento de los costes energéticos, las instituciones deben introducir los cambios necesarios. Estos cambios deben estar diseñados para reducir los costes y mejorar la sostenibilidad.
¿Qué pueden hacer las instituciones?
Las modernas innovaciones en software y tecnología han cambiado las reglas del juego de la eficiencia en los campus. La tecnología de los campus inteligentes está pensada para mejorar la eficiencia de los recursos, reducir costes e impulsar mejoras en la utilización del espacio y la sostenibilidad. Entonces, ¿qué puede hacer esta tecnología?
Uno de los elementos clave de la tecnología de campus inteligente es el seguimiento de la afluencia de público al campus. En la nueva era del aprendizaje híbrido, saber cuántos estudiantes asisten a las clases presenciales es clave para una gestión eficaz de la energía y el patrimonio. Disponer de datos precisos sobre la afluencia a las aulas contribuye a la eficiencia de los horarios y la utilización del espacio. Su institución puede programar las aulas en función del número real de estudiantes que asisten, no de una sobreestimación inexacta. También informa al personal encargado de la gestión inmobiliaria de dónde se está derrochando energía.
La actualización horaria de la utilización del espacio permite saber dónde debe reducirse o apagarse la luz y la calefacción.
El uso de los datos del campus para la gestión inmobiliaria, los horarios y la asignación de salas puede ahorrar millones a su institución. Dada la actual crisis energética y las dificultades climáticas, invertir en sostenibilidad es crucial para cualquier institución.
Para saber más sobre sistemas eficaces de aprovechamiento del espacio, consulte nuestro blog.
