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Uno de los temas de debate más candentes de los últimos años, sobre todo en el sector educativo, ha sido la sostenibilidad. El debate, al igual que las temperaturas globales, parece acalorarse cada año. Muchas universidades e instituciones educativas ya han comenzado su andadura para mejorar la sostenibilidad de sus campus. Sin embargo, según el último Impact Rankings del Times Higher Education, casi la mitad de las universidades no tienen un objetivo neto cero.

Según encuestas recientes, al 59% de los estudiantes le gustaría que su institución fuera sostenible desde el punto de vista medioambiental, y más de una cuarta parte pagaría tasas más altas por asistir a una universidad con mejor reputación en materia de sostenibilidad.

Al 59% de los estudiantes le gustaría que su centro fuera sostenible desde el punto de vista medioambiental.

¿Por qué El conversación sobre sostenibilidad suele girar en torno a La sector educativo?

Las instituciones educativas se consideran lugares idóneos para provocar cambios positivos en el mundo. A menudo pueden ser centros de innovación y crecimiento digital. Como se comentaba en un informe reciente sobre la consecución del objetivo "cero neto" en la educación terciaria, tienen "la capacidad de influir en un cambio generalizado a través de la educación, la investigación y el liderazgo."

Por ello, se les considera vitales para hacer frente a la actual emergencia climática. Su responsabilidad consiste no sólo en impulsar sus propias mejoras en la sostenibilidad del campus y la eficiencia institucional, sino en inspirar una mentalidad sostenible entre los estudiantes y futuros líderes a su cargo.

Estudiantes felices en un campus sostenible y de red cero

Otra razón por la que el debate sobre la sostenibilidad suele centrarse en el sector educativo es que el funcionamiento de estas instituciones puede ser muy perjudicial para el clima. En el Reino Unido, por ejemplo, las instituciones educativas representan el 36% del total de las emisiones de los edificios del sector público.

Según un estudio, el 19% de las emisiones totales de carbono del sector están relacionadas únicamente con la calefacción, el suministro eléctrico y la construcción de edificios. Y esto sin tener en cuenta el impacto de las emisiones indirectas, como los viajes de los estudiantes internacionales a estas instituciones. Estas cifras ponen de manifiesto la necesidad de que las instituciones reduzcan las emisiones desperdiciadas y mejoren la utilización de los recursos.

Qué necesitan las instituciones educativas, Para lograr la sostenibilidad del campus?

Liderazgo transformador  

El primer elemento crucial, según los expertos, es el liderazgo transformador. Las instituciones tienen que funcionar con una estructura que apoye la innovación digital, una estrategia de sostenibilidad y un objetivo neto cero. Esta estructura de liderazgo debe extenderse a toda la institución para tener un impacto real y permitir el cambio. Muchas iniciativas recomiendan designar un responsable de sostenibilidad y un consejo que supervise las necesidades, la estrategia y los objetivos de sostenibilidad de la institución.

Transformación de las infraestructuras

Otro requisito fundamental para alcanzar el compromiso de cero emisiones netas es la transformación de las infraestructuras. Esto tiene que ocurrir a varios niveles. En primer lugar, los edificios y las infraestructuras físicas deben construirse o adaptarse para protegerlos del cambio climático.

Muchas instituciones ya han iniciado transformaciones para hacer sus entornos resistentes a las catástrofes climáticas cada vez más frecuentes.

En segundo lugar, las infraestructuras existentes y nuevas deben adaptarse para reducir las emisiones. Muchas instituciones educativas se enfrentan al enorme reto de gestionar las emisiones procedentes de sistemas con décadas de antigüedad utilizados para calentar, refrigerar y suministrar energía a los edificios. Las instituciones tienen que utilizar "la medición, los datos y la rendición de cuentas" para localizar las emisiones desperdiciadas y mejorar la eficiencia energética. Esto también puede ayudar a reducir el impacto del aumento de los costes energéticos.

Esto nos lleva al último elemento de la transformación de las infraestructuras, que es la transformación de las infraestructuras digitales. La actualización de la infraestructura digital para utilizar eficazmente el análisis de datos, medir el gasto energético y de carbono y gestionar los recursos institucionales desempeñará un papel fundamental en la consecución de los objetivos de sostenibilidad del campus.

Inversión  

Uno de los requisitos más importantes y de los mayores obstáculos para las instituciones a la hora de cumplir su promesa de cero emisiones netas es la inversión. No siempre es fácil invertir en proyectos de eficiencia energética, tecnologías de utilización del espacio y sistemas avanzados de gestión operativa. Esto es especialmente cierto en el caso de las grandes instituciones, que a menudo se comprometen simultáneamente a lograr un acceso equitativo y la excelencia institucional, y a producir investigación pionera.

Aunque se trata de una barrera difícil de superar, será casi imposible para cualquier institución alcanzar el cero neto sin ella. A medida que muchas instituciones inicien o continúen su viaje hacia la sostenibilidad en el campus, será inevitable realizar una inversión significativa en innovación digital y eficiencia institucional. Sin embargo, este tipo de compromiso transformador con la sostenibilidad no sólo situará a las instituciones como líderes en el futuro de la educación, sino que, en última instancia, les permitirá cosechar beneficios y ahorrar costes durante décadas.

Para asegurarse un lugar en el futuro de la industria de la educación, la sostenibilidad no es una cuestión de "si", sino de "cuándo".

¿Le interesa saber más sobre cómo mejorar la sostenibilidad del campus y la eficiencia institucional? Consulte nuestra página de soluciones SmartCampus aquí.

 

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