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Un nuevo informe sobre los obstáculos a la equidad en la enseñanza superior revela la necesidad de que las instituciones diferencien el apoyo a los estudiantes y cohortes desfavorecidos. El informe, publicado por la red Every Learner Everywhere, pone de relieve los problemas que plantea la agrupación de estudiantes de grupos desfavorecidos en una sola categoría.

Los estudiantes pueden estar en desventaja debido a factores raciales, étnicos o económicos, pero cada grupo experimenta desafíos únicos en la educación. En Estados Unidos, estos estudiantes experimentan variaciones significativas en la admisión, los resultados de los cursos y el aprendizaje digital, así como en la persistencia, la graduación y el éxito profesional. Las cohortes subrepresentadas en la educación superior también sufren tasas de retención y finalización más bajas que sus compañeros más favorecidos. Como resultado, es importante que los educadores reconozcan las diferencias en las barreras a la equidad, desglosen los datos de los estudiantes y proporcionen un apoyo más específico.

El informe se suma a la creciente investigación sobre los obstáculos a la equidad para los grupos desfavorecidos en la enseñanza superior. Los datos indican que los estudiantes desfavorecidos desde el punto de vista racial, étnico o económico tienen menosprobabilidades de tener éxito en la enseñanza superior.

Ampliación de la participación - ¿Qué deben hacer las instituciones?

La mejor práctica para ampliar la participación de los estudiantes desfavorecidos en la enseñanza superior o continua consiste en garantizarles visibilidad y apoyo. Las instituciones deben promulgar programas de apoyo holísticos y proactivos para atender las necesidades individualizadas de los estudiantes infrarrepresentados.

Para mejorar la visibilidad de los grupos desfavorecidos, las instituciones deben centrarse en la gestión de casos de estudiantes. La tecnología moderna y el análisis predictivo del aprendizaje permiten a las instituciones hacer un seguimiento de sus cohortes infrarrepresentadas. Identifique las necesidades y desventajas individuales de los estudiantes y asegúrese de que no se pierden bajo un encabezamiento agregado. Etiquetar a los estudiantes en función de su origen, por ejemplo, estudiantes de primera generación, de minorías étnicas, con bajos ingresos o discapacitados.

Además, el uso de un sistema basado en datos mejora la calidad del apoyo que el personal puede ofrecer a los estudiantes infrarrepresentados. Esto ayuda a impulsar servicios de apoyo proactivos, ayudando a los estudiantes desde su matriculación hasta su graduación. El personal adecuado puede buscar fácilmente a los estudiantes infrarrepresentados y comprobar su bienestar, progreso académico o requisitos de ayuda financiera. Además, el seguimiento de los datos de participación significa que el personal será alertado automáticamente si un estudiante está en riesgo o necesita apoyo.

La implantación de un sistema de éxito estudiantil basado en datos garantiza que ningún estudiante quede desatendido o sin apoyo. Este es el mejor enfoque para que las instituciones mejoren los resultados de éxito, como la retención de estudiantes y las tasas de finalización de los cohortes subrepresentadas en la educación superior.

Para más información sobre la ampliación de la participación, consulte nuestra página de soluciones.

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