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Las escuelas australianas sufren una crisis de escasez de profesores. Una crisis que alcanzará niveles sin precedentes en 2025 si no se soluciona, según informes gubernamentales. El mes pasado, el gobierno australiano publicó el "Plan de Acción Nacional para el Personal Docente" para tratar de combatir el problema.

Una parte significativa del problema parece residir en la permanencia de los estudiantes en la formación inicial del profesorado (ITE).

Los informes muestran que menos de la mitad de los estudiantes de magisterio terminan la carrera en seis años.  

Retención de estudiantes en ITE

Dos informes gubernamentales publicados el año pasado, uno sobre la calidad de la formación profesional inicial y otro sobre el problema de la mano de obra docente, ponen de manifiesto el pésimo estado de los índices de finalización de los cursos de formación profesional inicial.

Las tasas de finalización de la formación inicial del profesorado de algunos proveedores de enseñanza superior son tan bajas como el 34%, lo que indica que hay un número significativo de estudiantes de magisterio que abandonan. Las encuestas realizadas a los estudiantes de ITE indican que los proveedores de enseñanza superior no apoyan adecuadamente a los estudiantes, en particular durante las prácticas o las rondas de formación del profesorado. A muchos estudiantes les resulta excesivo el esfuerzo económico que supone realizar las prácticas debido a los viajes, los materiales y el trabajo no remunerado.

En 2021, una revisión de la ITE realizada por Science and Technology Australia (STA) recomendó prestar apoyo específico a los estudiantes con mayor riesgo de abandonar sus estudios de formación docente. Investigaciones anteriores revelaron que la falta de apoyo a los estudiantes que lo necesitaban era el principal factor de predicción del abandono.

El camino hacia la recuperación

Parte del "Plan de Acción" del Gobierno incluirá la creación de un grupo de expertos que revise los cursos de formación profesional inicial y haga recomendaciones para mejorarlos. Sin embargo, los proveedores de enseñanza superior deben asumir la responsabilidad del aumento de las tasas de abandono de los cursos de formación profesional inicial y el apoyo a los estudiantes durante las prácticas.

Estudiante de magisterio que trabaja en estrecha colaboración con alumnos de jardín de infancia.

Los estudiantes de magisterio, en particular los de grupos de riesgo, necesitan un apoyo constante a lo largo de todo el curso. Los proveedores de enseñanza superior deberían centrarse en mantener una mejor supervisión de los estudiantes de pedagogía, especialmente mientras están en prácticas. Esto permitirá aplicar estrategias de intervención eficaces. La inversión en un sistema de gestión de las prácticas que pueda supervisar el compromiso de los estudiantes y proporcionar una plataforma sencilla para apoyarlos contribuirá en gran medida a mejorar las tasas de permanencia y de finalización de los cursos.

Para más información, consulte nuestro blog sobre la mejora de las tasas de permanencia y finalización de estudios en la enseñanza superior aquí.

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